Hola, hola FELIZ DOMINGO, bienvenidos a la edición #297 se teclea fácil, pero significan más de 6 años ininterrumpidos de producción editorial. Recuerdo mis inicios cuando casi nadie apostaba por el mundo media digital, mucha gente me decía que estaba en el camino equivocado, me insistían que no era rentable trabajar en Internet porque NADIE leería mi contenido.
Por eso cada día agradezco a todos mis lectores, a los anunciantes y en especial a los primeros que me apoyaron, mi queridísimo Claudio González de Kendall Toyota y a Sabrina Mancín, de Boccato. Mil gracias a todos y cada uno. Estas 2 últimas semanas he estado inmersa en eventos, entrevistas, coberturas de social media, clases y proyectos, visualizando lo que quiero en el futuro de Estilos.
Un saludo muy especial a los directivos de medios que leen y renvían mi columna, que honor y que placer trabajar para un público tan particular.
Pasando a otro tema, esta semana recibimos la triste noticia de la muerte de Monseñor Agustín Román, se fue un ángel de la tierra, el exilio cubano llora su partida, y en general todos los que conocimos su obra, su lucha por la libertad, a los venezolanos nos acompañó en nuestros primeros pasos como inmigrantes que salimos del país espantados por lo que sabíamos que vendría, Monseñor nos ayudó a levantarnos y a fortalecernos como comunidad. En la Ermita De La Caridad se siente un vacío profundo. Q.E.P.D.
En esta edición les presento un nuevo bloque escrito por mi hija Ana Paula, muchos dirán “ya puso a la hija a escribir”, si, lo creí conveniente, porque necesitamos saber como piensan los adolescentes, como manejan sus dudas, mi hija escribe desde los 8 años historias increíbles, incluso libros, admiro su capacidad creativa y su forma de expresarse; le hice la propuesta a varios adolescentes y ninguno la tomó en serio.
Considero que una adolescente de 16 años tiene mucho que contar, como madre de una “teen” hispana, criada en los Estados Unidos, estoy pasando esa “crisis” cultural, es increíble como podemos ser tan diferentes en nuestras formas de pensar y de actuar. Aun criando a mi hija en mi cultura latina, es imposible moldearlos a tu gusto cuando crecen y se forman en este país. Ana Paula escribe mejor en ingles que en español, esta fue otra poderosa razón para mí, quiero que practique escribiendo en su idioma natal, y NUNCA lo olvide. La producción del bloque, los detalles, historia, nombre etc., son su creación, cuando leí lo que escribió se me asustó el corazón, el bloque se llama: CONFESIONES DE UNA MENTE ADOLESCENTE.
GRACIAS por leernos, bienvenidos a la edición # 297.
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